Gremios en alerta por arancel a la madera de EE.UU.: generaría cerca de US$110 millones en sobrecostos

Gremios en alerta por arancel a la madera de EE.UU.: generaría cerca de US$110 millones en sobrecostos

El arancel del 10% que el gobierno de Donald Trump aplicará a las importaciones de madera desde el 14 de octubre generó una nueva alerta entre las pymes madereras de la región del Biobío, que ya enfrentan problemas internos. En los últimos cinco años han cerrado 169 aserraderos en las regiones del Biobío y Ñuble, y se han perdido 3.500 empleos directos y 10.000 indirectos, según cifras de la Corporación Chilena de la Madera (Corma).

La medida de Estados Unidos, que podría aumentar a un 30% su gravamen en enero de 2026, afectará al 97,9% de las exportaciones chilenas de madera a ese país, equivalentes a US$1.063 millones anuales. El sobrecosto, según se explicó, alcanzará entre US$100 y US$110 millones.

René Muñoz, gerente de la Asociación de Contratistas Forestales A.G. (Acoforag), detalla el mecanismo: “Las empresas van a tener que traspasar ese 10% a precio o descontarlo hacia abajo, y alli estamos nosotros, las pymes que prestamos servicio. Somos el primer eslabón de esta cadena productiva”.

Estados Unidos es el segundo mayor destino de las exportaciones forestales chilenas, con un 18,4% de participación, y solo le supera China (40,5%). Por ello, Acoforag manifestó su preocupación, dado que 50 empresas contratistas ya han desaparecido por la crisis que ya arrastraba previamente el sector.

Expuso la urgencia de reforestar: “Hay 300.000 hectáreas perdidas por incendios que están a la espera. Un propietario pequeño de 10 o 20 hectáreas ya no está plantando porque no tiene horizonte”.

En ese sentido, desde la asociación se propone reponer el subsidio a la forestación para pequeños y medianos propietarios, lo que, según sus cálculos, permitía plantar 30.000 a 40.000 hectáreas anuales.

“Tenemos 4 millones de hectáreas de bosque nativo renoval factibles de manejar. Son 90.000 propietarios esperando”, plantea Muñoz como alternativa. “El mundo necesita fibra. Gran parte de lo que usan las personas puede ser hecho de madera: construcción, ropa, embalaje y otros”, remarca.

“Esto se transforma casi en una tormenta perfecta para el sector", afirma, por su parte, Rodrigo O'Ryan, presidente de Corma. “Ya teníamos un escenario muy duro antes de estos aranceles: falta de madera por los incendios, baja demanda mundial, problemas de tomas y terrorismo. Ahora este sobrecosto podría generar nuevas quiebras de aserraderos, especialmente de pymes que no tienen respaldo para sortear estas dificultades internacionales”.

Estados Unidos justifica la medida bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que permite aplicar tributos en nombre de la seguridad nacional al definir la madera como insumo crítico para la construcción.

GESTIONES DIPLOMÁTICAS

Desde el anuncio, el Gobierno de Chile ha mantenido un diálogo permanente con la Oficina del Representante Comercial y el Departamento de Comercio de los Estados Unidos. La Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (Subrei) busca replicar lo alcanzado con los cátodos de cobre, que fueron exceptuados de los aranceles bajo la misma Sección 232 a fines de julio. “Chile ha demostrado históricamente que es un socio comercial confiable. Las puertas no están cerradas”, indica al respecto Rodrigo O'Ryan. Argumenta que los envíos chilenos representan un volumen pequeño para Estados Unidos y son complementarios a su producción local.

IMPACTO EN LA CADENA PRODUCTIVA

Michel Esquerré, presidente de Pymemad, advierte sobre posibles efectos indirectos: “Brasil tendría un arancel de un 50%, entonces es esperable que comience a buscar mercado en Asia, donde ya estamos presentes, lo que podría hacer que bajen los precios. Hay una ósmosis en los mercados producto de estos aranceles”.

Para contener el impacto, Esquerré propone medidas de carácter interno: “Lo que puede hacer el Estado en forma urgente es potenciar la construcción”. De acuerdo con el presidente de Pymemad, “si el 20 o 30% de las viviendas sociales se construyen en madera, tendríamos un fuerte impulso para las pymes. Es beneficioso para el plan de descarbonización”.

Pymemad también solicita modernizar el sistema de clasificación de pymes: “Un supermercado en Los Ángeles que vende más de 100.000 UF al año está catalogado como si fuera Walmart. Es un error estructural”, señala Esquerré.

Fuente: La Tribuna




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