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Bosque Miyawaki más austral del mundo fue plantado por la comunidad de Puerto Natales

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Fue una apoderada quien tuvo la idea inicial de plantar especies nativas en la ciudad como una forma de que los niños y niñas tengan mayor conexión con la naturaleza, ya que observó de que pasaban mucho tiempo encerrados y no conocían de las plantas endémicas de Magallanes. Este fue el puntapié inicial para que se plantaran los primeros árboles con un método japonés diseñado por Akira Miyawaki, técnica que busca reforestar con mayor densidad y crecimiento los espacios. La instancia contó con participación de decenas de niños y las organizaciones que hicieron posible materializar el proyecto.

La historia comenzó el año pasado, cuando Noemí González Vargas, apoderada del Liceo Fagnano de Natales, pensaba en opciones para disminuir el estrés de los niños en el colegio. No había posibilidad de hacer áreas verdes en el establecimiento, por lo que se buscó un terreno público cercano para revegetar y que los niños pudieran disfrutar de las plantas nativas. La ubicación del polígono permitió que al proyecto se sumaran estudiantes de la Escuela Santiago Bueras y el Liceo Gabriela Mistral, ampliando los alcances iniciales de la idea. Ya en la plantación, se amplió aún más con la participación de vecinos de todas las edades.

Una de las primeras organizaciones contactadas fue Compost Coirón, quienes empezaron por el 2019 con la gestión de residuos orgánicos. La idea era tener un espacio en la ciudad para que los niños pudieran desarrollarse y estar en contacto con la naturaleza, utilizando el método Miyawaki, que habían estado indagando como una opción. El financiamiento se hizo a través de los fondos para iniciativas sociales de Enap, postularon y salió adjudicado, consiguieron los permisos con la municipalidad y así comenzaron los talleres para enseñar el método a los niños.

Es sólo el comienzo

“Ellos participaron en dos actividades tipo taller, donde aprendieron cómo funciona el método Miyawaki y después cómo se diseña más o menos un bosque. La tercera actividad sería esta, que es la plantación”, explica Karen Barrera, representante de Compost Coirón. “Esto no termina hoy, sino que es el comienzo. Hay que hacer un seguimiento y mantenimiento de este lugar durante dos o tres años, por lo tanto el espacio se pidió por 3 años”.

Karen explica que esta técnica la desarrolló el japonés Akira Miyawaki, quien vivió la segunda guerra mundial y al ver su país y la naturaleza destruida empezó a desarrollar una técnica que pueda acelerar los procesos de reforestación. El método contiene una serie de pasos, desde conocer la estructura del suelo, la selección de árboles, el diseño del bosque, la preparación del área que se va a plantar, la plantación y el cuidado posterior.

Desde el municipio llegó a la actividad la alcaldesa Ana Mayorga, quien otorgó la autorización para intervenir el espacio. “Estas instancias son dignas de replicar, esperamos que la comunidad aprenda a cuidar las áreas verdes, mantener los espacios y aquí vamos a ver el resultado de toda esta intervención que esperamos quede hermosa. Nosotros como mantención de áreas verdes vamos a seguir cuidando este espacio que con mucho cariño hoy día toda la comunidad y los niños han venido a plantar”.

Manos llenas de tierra

La presidenta de la junta de vecinos Nº7, Gloria Lasa, comenta que la idea se articuló desde la comunidad y primeros frutos ya se han visto en las impresiones que deja en los chicos, muchos de ellos quienes plantaron el primer árbol de sus vidas. “Aprendieron a reconocer algunos árboles que no conocían y Conaf nos aportó con más de 500 árboles, así es que fue un buen aporte (…) Para ellos es algo emocionante, los veíamos cuando venían a ayudar con la palita, mover la tierra. Era como estar jugando algo nuevo. Después cuando marcamos con líneas donde iban a ir a plantar, ellos fascinados. Ahora contentos aprenden los nombres y cómo se trabaja la tierra.

La madre de la idea inicial, Noemí González, también observa que en los talleres se ha podido ver que existe un desconocimiento generalizado de la comunidad respecto de los árboles nativos. “Sólo se reconoce el calafate. Entonces, ya viendo que hay una brecha importante, porque los árboles tienen un impacto cultural en la población, aparte de ver el tema de salud mental, yo siempre he pensado en los niños, por que al mío le ha costado adaptarse. Pero a él le gusta, se tranquiliza, se aquieta cuando está en contacto con los árboles, el bosque y lo nativo”.

Bosque experimental

González que ha estudiado el método Miyawaki comenta que a nivel regional es la primera iniciativa que se realiza, siendo así la más austral del mundo, ya que el caso más al sur registrado fue en Coyhaique. “El método lleva años y para el norte ya se han realizado y funcionado. Acá a nivel regional no se había hecho. El bosque Miyawaki es la primera vez que se hace a nivel regional, había llegado hasta Coyhaique las iniciativas”, relata González.

La jefa provincial de Conaf en Ultima Esperanza, Mónica Alvarado Alvarez, destacó la iniciativa de la comunidad, lo que motivó a la vez la factibilidad de la donación de especies para plantar el bosque. “Aún cuando nosotros no nos involucramos mucho con los proyectos dentro de la ciudad, la idea base es muy bonita, de traer más áreas verdes. En ese contexto nosotros aportamos con más de 500 especies nativas para el proyecto”, indica Alvarado. “Vamos a estar todos vigilantes del éxito de este proyecto, porque es el primero que se realiza, no hemos conocido experiencias bajo nuestras condiciones climáticas. Tenemos que ir revisando que tan exitoso es”.

Fuente: La Prensa Austral