La historia de transformación del sector del comercio sostenible de leña en Concepción
En la Región del Biobío, especialmente en Concepción, la venta de leña ha sido una actividad tradicional para muchas familias, pero en los últimos años ha evolucionado hacia un comercio más formal y responsable. Dos figuras clave en este cambio han sido Maribel Salamanca y Luis García, quienes han impulsado prácticas más sostenibles y profesionales en el sector.
Maribel Dinamarca, emprendedora de Concepción, lidera Comercial Dinamarca, empresa con más de 15 años de trayectoria que continúa el legado de su padre. Su enfoque en la calidad, la legalidad y la sostenibilidad ha permitido convertir su negocio en un referente en la venta de leña certificada. En un mercado históricamente informal, Salamanca ha promovido la formalización, asegurando el cumplimiento de la legislación tributaria y forestal. Cada lote de leña tiene trazabilidad garantizada gracias a planes de manejo aprobados por la CONAF, asegurando la legalidad y sostenibilidad del producto.
Sello de calidad
Además, su empresa cuenta con el Sello de Calidad de la Agencia de Sostenibilidad Energética, que certifica que su leña cumple con estándares ambientales y de eficiencia. Uno de los principales retos del sector ha sido controlar el nivel de humedad de la leña, y Salamanca se ha enfocado en ofrecer un producto seco de alta calidad, con menos del 25% de humedad. Para lograrlo, utiliza métodos de secado natural y forzado, garantizando así un producto más eficiente y ambientalmente amigable.
Más allá de su empresa, Maribel ha trabajado por la mejora del sector a través de la fundación de la Asociación Gremial ProLeña en 2018. Esta organización une a comerciantes de leña certificados de la región para fortalecer la industria, representar sus intereses y promover la formalización. Salamanca ve en la futura Ley de Biocombustibles Sólidos una oportunidad para eliminar la leña de baja calidad del mercado, mejorando la eficiencia y responsabilidad ambiental del sector.
El primero en formalizar
Por su parte, Luis García, actual presidente de ProLeña, también ha tenido un rol fundamental en esta transformación. Con más de 25 años en el rubro, García ha vivido en primera persona la evolución del comercio de leña desde la informalidad hacia un modelo regulado y sostenible. Tras llegar a Concepción desde Temuco, decidió dedicarse al comercio de la leña, primero de forma pequeña y luego como uno de los pioneros en ofrecer leña certificada en la ciudad.
García fue uno de los primeros comerciantes en formalizar su actividad, enfrentando numerosos desafíos. Entre los requisitos para certificarse estaban contar con una patente comercial, un lugar de venta fijo y la capacidad de garantizar la trazabilidad del producto mediante documentos como permisos de corta, facturas y planes de manejo forestal. Aunque al principio hubo resistencia entre los comerciantes tradicionales, García persistió, demostrando que la formalización no solo era necesaria, sino beneficiosa para el negocio.
La Agrupación ProLeña, que comenzó con solo seis socios fundadores, ha crecido impulsada por el interés en la certificación y la nueva regulación de la comercialización de leña. Actualmente, está en proceso de modificar sus estatutos para permitir el ingreso de más miembros, promoviendo así una mayor formalización del sector. García destaca que ahora muchos comerciantes reconocen la importancia de certificarse para mejorar la calidad del producto y responder a las exigencias legales y ambientales.
Sello de Calidad de Leña
Mientras que Danilo Ulloa, seremi de Energía del Biobío, sostuvo que la formalización del comercio de la leña es clave para avanzar hacia una calefacción más eficiente, segura y sustentable, especialmente en zonas críticas como el Gran Concepción y Los Ángeles. Esto permite garantizar el uso de leña seca, reduciendo emisiones y mejorando la calidad del aire.
“El Sello de Calidad de Leña es una herramienta fundamental que identifica a productores que cumplen con estándares de legalidad y sustentabilidad. Actualmente, 53 productores están certificados en la Región del Biobío. Con la nueva Ley 21.499, que regula los biocombustibles sólidos y cuyo reglamento está en consulta pública, se establecerán exigencias claras para la producción, transporte y venta de leña. Paralelamente, se desarrollan talleres como “Leña Más Seca”, que promueven una mayor oferta de leña certificada”, subrayó.