Emprendedor de Biobío pierde camión recién pagado tras atentado incendiario: daño supera los $90 millones
Durante la madrugada del sábado 19 de julio un nuevo atentado incendiario remeció al sector del transporte forestal en la Macrozona Sur. Esta vez, el blanco fue la empresa Transleon Limitada, con base en la comuna de Nacimiento, en la región del Biobío. Uno de sus tres camiones fue interceptado por sujetos armados mientras su conductor realizaba la inspección previa a la jornada, en una estación de servicio Shell del cruce Huequén, en Angol.
Carlos León Gajardo, administrador y fundador de la firma, relató a Diario La Tribuna que los atacantes —dos individuos que se movilizaban en una camioneta robada— abordaron al trabajador a punta de pistola y lo obligaron a conducir por cerca de ocho kilómetros.
"Lo encañonan por la espalda y le ordenan subirse. Se lo llevan hasta el Alto Santa Elena, donde le hacen atravesar el camión en la ruta para obstruir las dos vías, y luego prenden fuego a la unidad", señaló.
Aunque el trabajador resultó ileso físicamente, el episodio incluyó una breve alusión a los presos mapuche, sin mayor explicación por parte de los agresores. "Afortunadamente no lo golpearon, pero le dijeron que no mirara atrás y lo dejaron ir", agregó León. Tras huir del lugar, el conductor pidió ayuda a un colega y, desde allí, se inició una cadena de llamados a Carabineros y a las autoridades.
PÉRDIDAS Y UN CAMIÓN RECIÉN PAGADO
La empresa Transleon, dedicada al transporte de madera para el rubro forestal, nació hace cinco años en Nacimiento y cuenta con una flota de tres camiones. El vehículo incendiado era una de sus principales herramientas de operación, cuyo costo asciende a los $90 millones. Según su dueño, la unidad había sido recientemente saldada tras años de pagos mensuales.
"Esto es una pérdida total. La cabina, que concentra el valor del motor y de la caja de cambios, fue lo primero que destruyeron. Saben lo que hacen", explicó. León fue enfático en recalcar que el modelo de negocio en este rubro funciona con financiamiento bancario, similar a un crédito hipotecario. "Uno pone el pie, se endeuda a cinco o seis años, y recién al final puede decir que el camión es suyo", detalló.
El atentado, además, rompe la lógica de crecimiento progresivo que venía llevando la empresa, cuyo radio de acción incluye las regiones del Biobío, Ñuble, La Araucanía y, ocasionalmente, sectores del sur del país. "No somos una gran empresa. Por eso prefiero que me llamen emprendedor. Esto lo levantamos con esfuerzo y ahora perdimos un tercio de todo", recalcó.
EL MIEDO QUE QUEDA
Aunque el conductor no sufrió heridas, la secuela emocional tras el secuestro y el ataque permanece latente. La cercanía del lugar con su residencia agrega un componente adicional de inseguridad. " El lugar donde estacionaba el camión está cerca de su vivienda. Entonces el temor de que estas personas anden rondando por ahí es real", afirmó el administrador.
A lo anterior se suma el hecho de que el atentado ocurrió en plena zona urbana. "Que esto ocurra dentro de la ciudad, en Angol, de verdad es algo que asusta", expresó. En ese contexto, León sostuvo que hay una sensación extendida de vulnerabilidad. "Uno se siente desamparado", agregó.
EL LLAMADO DE LAS AUTORIDADES
En su testimonio, Carlos León no solo apuntó al daño económico o al impacto emocional en el equipo. También efectuó un llamado directo a las autoridades políticas, en un contexto marcado por campañas electorales y divisiones ideológicas.
"Esto no tiene color político. Aquí lo que está en juego es el derecho a vivir en paz, como decía la canción de Víctor Jara. Ese derecho el Estado aún se lo debe a su gente", declaró. A juicio del emprendedor, es urgente una condena transversal de este tipo de hechos, sin cálculos partidarios.
"Lamentablemente, mi rubro ha sido identificado con una postura política específica. Pero este problema es de todos. No puede ser que los debates parezcan peleas de lucha libre, cuando lo que necesitamos es sentarnos en una misma mesa, sin excluir a nadie, y acordar que esto no puede seguir pasando", reflexionó.
"Entonces, mi llamado principal es a que la sociedad, en todo su conjunto, llegue al acuerdo de que esto no puede volver a suceder, de que hay que solucionarlo, y para eso necesitamos a todos los actores en la mesa, nadie puede quedar fuera de esta conversación", concluyó.
Fuente: La Tribuna