Sponsors

komatsu Shovel Logger Banner 1
Cómo se vive en Victoria, epicentro de los ataques de la Resistencia Mapuche Malleco

Cómo se vive en Victoria, epicentro de los ataques de la Resistencia Mapuche Malleco

Sponsors

Banner Ponse H

A 37 años de haberse radicado en la comuna de Victoria, al norte de La Araucanía, Marco Baratta recuerda que a fines de la década de los 80 las casas y los autos podían quedar abiertos, sin correr riesgo. “Eso ahora es impensado”, resalta y reconoce que junto a los hechos de violencia también ha arribado delincuencia común a la zona.

Si antes fue víctima de un atentado incendiario en contra de su aserradero, ahora acumula robos de especies desde su oficina, lo que vincula a “sujetos que buscan dinero rápido y roban cosas para reducir y así comprar droga para consumir”.

Ubicada en la provincia de Malleco, Victoria siempre ha estado entre las cinco zonas con más hechos de violencia de la macrozona sur y algunos vecinos han sufrido desplazamiento forzado.

Autores del último ataque no han sido identificados

Pese al estado de excepción decretado en mayo de 2022, desde entonces el grupo Resistencia Mapuche Malleco (RMM) —vinculado a la comunidad de Temucuicuiha reivindicado 24 ataques en la comuna. Pese a ello, y al igual que el conjunto de La Araucanía, el Censo 2024 muestra un aumento de su población, a 34.500 personas.

A siete kilómetros de la ciudad, la noche del sábado se produjo la emboscada a tiros en que murió el guardia forestal Manuel León y su colega César Osorio sufrió lesiones de gravedad. Los responsables de ese ataque aún no han sido identificados y hasta ahora ningún grupo se lo ha adjudicado.

Este escenario, relatan quienes viven, trabajan o se desplazan por la zona, los mantiene en “permanente alerta” y con medidas de autoprotección como no circular en horas de oscuridad, mantener encendidas las radios y revisar redes sociales.

Baratta relata que a su negocio “han entrado tres veces a robar: una vez un cilindro de gas; en otra ocasión una impresora; y, la última vez, herramientas chicas, como una soldadora”.

Lamenta que ello ocurre pese a que tiene presencia policial y militar a menos de 100 metros de sus instalaciones. “Es una pena, pero aquí la seguridad cumple horario de oficina. Todos los días llegan y se van a una misma hora. Entonces, los delitos ocurren cuando ya no hay resguardo”, denuncia. Baratta plantea que los grupos de WhatsApp son de mucha utilidad y que pertenece a distintas organizaciones productivas y vecinales en las que “nos compartimos noticias y avisamos lo que pasa”.

Roxana Carrut, viuda del agricultor Jorge Hoffstetter, ya no vive en la zona rural de Victoria. Como dos predios de su familia permanecen usurpados desde 2019, optó por el centro de la ciudad, donde consiguió trabajo en un recinto asistencial. No exento de violencia, en ese lugar fue agredida. Más allá de su situación de víctima, también tiene una mirada ciudadana: “Ya no sé lo que es andar de noche. Hace años que no salgo”. También confirma un incremento de la delincuencia común. “Están entrando a robar a las casas, así es que tengo cámaras de seguridad por todos lados”, dice. Considera que “hay poca vigilancia de las Fuerzas Armadas” y que se ve más a la gente de seguridad municipal que a uniformados. “Todas las semanas —agregame armo de valor y salgo a la carretera para ir a ver a mi hija, que estudia en Temuco. Le llevo comida y ropa y en el trayecto veo que la vigilancia es escasa”.

“Incertidumbre permanente”

El exintegrante de la Comisión para la Paz y Entendimiento y presidente de los agricultores de Malleco, Sebastián Naveillán, vive en Traiguén, pero viaja todos los días a Victoria, donde su organización gremial tiene oficinas. Confirma que los vecinos “tratan de desplazarse con luminosidad, entre las 8 de la mañana y las 6 de la tarde, después de eso, los riesgos aumentan”. Vivir en Malleco, y en especial en Victoria, es, a su juicio, “una incertidumbre permanente”.

Luego del homicidio del sábado, recuerda, a un socio del gremio le cancelaron un pedido de fertilizantes. “Eso es cierto. La inseguridad hace que muchas empresas de distribución de insumos para el campo no quieran venir, posterguen las entregan o te piden que tú vayas a buscar los productos”, enfatiza.

El agricultor y diputado RN por la zona, Jorge Rathgeb, recuerda con nostalgia la época en que hacía clases en la sede Victoria de la U. Arturo Prat. Ahora, ratifica que “junto a los hechos de terrorismo”, la comuna se enfrenta al consumo y tráfico de drogas y a un creciente abigeato.

Fuente: El Mercurio

Publicación anteriorAlberto Salinas: un operador forestal con raíces familiares y pasión por la madera
Publicación siguienteContratistas forestales emplazan a ministro Boccardo y exigen seguridad tras asesinato en La Araucanía
Comentarios (0)
No hay comentarios aún.
Deja un comentario
captcha