Director regional de Conaf por temporada de incendios: "Hay especial atención en Los Ángeles, Mulchén y Yumbel"
La región del Biobío es identificada como la zona con mayor vulnerabilidad del país frente a incendios forestales. Según un estudio técnico de Equifax, el 10% de su superficie total —237.622 hectáreas— ha ardido al menos una vez en la última década y, además, concentra la mayor superficie con amenaza "muy alta" de Chile: 156.270 hectáreas.
Durante la temporada 2024-2025, aunque la región experimentó un descenso del 22% en la ocurrencia de incendios, la provincia del Biobío aumentó en un 30% su superficie afectada. Las comunas de Los Ángeles, Mulchén y Yumbel concentraron los focos de mayor preocupación.
Las proyecciones climáticas para la próxima temporada anticipan altas temperaturas y vientos secos del este —o puelche—, fenómenos que dificultan significativamente el control de siniestros, según constató la corporación durante eventos complejos ocurridos entre Santa Bárbara y Alto Biobío.
¿Cuál es su evaluación de la pasada temporada y qué preocupa para la próxima?
—La temporada 2024-2025 fue buena para la región. Disminuimos los incendios y la superficie afectada, a pesar de haber tenido condiciones climáticas adversas. Sin embargo, estamos preocupados por la temporada que se avecina debido a lo detectado en el hemisferio norte, en España, Francia, Turquía y Canadá. De hecho, Conaf envió cerca de 60 brigadistas a este último país para colaborar, donde presenciaron incendios con alta velocidad del viento y temperaturas muy elevadas, lo que implica que las proyecciones meteorológicas para nuestra región pueden ser complejas.
¿Cómo se ha reforzado la estrategia de prevención?
—Durante este otoño-invierno hemos reforzado el mensaje preventivo, visitando comunidades y establecimientos educacionales. Trabajamos con el programa "Comunidades Preparadas", con el que organizamos a los vecinos para que identifiquen riesgos en sus propiedades. Hemos detectado que mucha gente se ha trasladado desde el sector urbano sin tener cultura rural y no perciben los riesgos en su entorno. También fortalecemos la labor municipal, porque son la institución estatal más cercana a los territorios.
¿Qué acciones específicas se contemplan para mejorar la persecución de la intencionalidad?
—Nos hemos reunido con la Policía de Investigaciones (PDI) y la Fiscalía para mejorar el área investigativa y la recolección de las pruebas necesarias para lograr condenas contra quienes provocan incendios de manera intencional. Más del 50% de los incendios son intencionales, lo que llega al 60% en algunos lugares. Nosotros tenemos la capacidad técnica para la investigación de causas, pero nuestro papel es ser un colaborador de ellos, ya que ni Conaf ni las empresas están legalmente facultadas para investigar directamente.
La provincia de Biobío tuvo una alta ocurrencia de incendios en la última temporada. ¿Hay medidas específicas?
—Estamos prestando especial atención a Los Ángeles, Mulchén y Yumbel, en los sectores de mayor ocurrencia. Aunque una campaña de prevención no afecta a quien actúa con intencionalidad, trabajamos intensamente en los incendios por negligencias, que también representan un alto porcentaje: personas que trabajan con herramientas que generan chispas, realizan asados o descartan brasas inadecuadamente.
¿Cómo evalúa la coordinación con el sector privado y sus iniciativas?
—Trabajamos muy coordinadamente con el sector privado, especialmente con las empresas forestales. En la provincia de Biobío se pueden realizar quemas controladas en 13 de las 14 comunas, y solo Los Ángeles presenta restricciones por el Plan de Descontaminación Ambiental. La Corporación Chilena de la Madera (Corma) nos ha planteado la necesidad de utilizar fuego controlado para reducir la materia orgánica, lo que facilita el control en caso de incendios. Debemos compatibilizar esto con la protección de la salud de las personas, considerando el impacto del humo en las comunidades rurales.
¿Está asegurada la disponibilidad de aeronaves para la próxima temporada?
—A nivel regional, trabajamos para tener el mismo número de aeronaves que el año pasado. No hemos recibido información que indique escasez de estas por la situación del hemisferio norte. El problema se presenta cuando se requieren equipos adicionales para incendios de gran magnitud, en momentos de alta demanda, pero hasta ahora no hemos tenido complicaciones.
Fuente: La Tribuna