En Ñuble buscan salvar limitación del PDA para evitar incendios con uso de quemas técnicas
Ya se ha hecho habitual, al punto de lo predecible, que cada año los bosques de California, en Estados Unidos, o en Australia alcancen magnitudes que demandan la colaboración de brigadistas de todo el mundo, extendiéndose por semanas y generando pérdidas materiales millonarias e incluso vidas animales y humanas.
Como es de suponer, ambos países han desarrollado políticas públicas que están siendo estudiadas e imitadas por otros países que también sufren devastadores siniestros cada verano, entre ellos Chile.
Dentro de ese contexto nacional, Ñuble es una de las regiones que más recursos suele recibir para planes de prevención, logística, contrataciones y capacitaciones.
En consecuencia, algunas entidades privadas y estatales que forman parte de los equipos contra incendios forestales, como la Delegación Regional, Gobierno Regional, las municipalidades, la Conaf, Corma, Senapred, Bomberos, Carabineros, PDI y la Red de Prevención Comunitaria, han estado conformando mesas técnicas para mejorar los planes preventivos y los de acción, con la mirada puesta en lo que se hace en Estados Unidos o Australia.
Una de las medidas que más ha llamado la atención es la cantidad de biomasa acumulada que se comenzó a quemar de manera técnica antes de la llegada de las temporadas de incendio, asunto que ya se está implementando en ciudades como Concepción o Los Ángeles, pero que en Ñuble ha encontrado un obstáculo: las restricciones que implica la implementación de su propio Plan de Descontaminación Ambiental (PDA) en materia de quemas técnicas y controladas.
Este plan de descontaminación, actualmente vigente en Chillán y Chillán Viejo, ha restringido por años la posibilidad de hacer fuego técnico para reducir biomasa, tanto agrícola como forestal, y esa pequeña ventana que se genera a principios de entre otoño y invierno para poder hacer reducción, no es suficiente, conforme a los balances realizados por la Mesa Técnica.
“Lo que sí, es que estos planes de descontaminación ambiental han ido incrementándose, contemplando más de 10 comunas aún en discusión, aunque todavía no está implementado”, explica Ramón Figueroa, presidente del departamento de Protección del Bosque, de Corma.
Aclara que “Corma y también Conaf respaldan la idea de que este plan de descontaminación se implemente y que considere las condiciones de contaminación desde el punto de vista de los días de alerta de emergencia o pre-emergencia para, efectivamente, hacer estas quemas técnicas solo cuando haya buenas condiciones de ventilación”.
Para explicar la importancia de estos trabajos, cita como ejemplo, que en Chile el fuego técnico aplicado por las empresas forestales abarcan entre 20.000 y 25.000 hectáreas”, mientras que, solamente en California, Kyle Fire, que es una institución del Estado, hace reducción de combustible en 500.000 hectáreas aproximadamente. Y por otro, el fuego técnico lo ocupan países desarrollados en el hemisferio norte, Estados Unidos, Canadá y en Europa.
El uso del fuego técnico
El fuego técnico por el momento se ha ido aplicando de manera sutil y solo por parte de algunas empresas forestales, en aquellas regiones con mayores opciones de permisos por parte de las respectivas entidades medioambientales, como por ejemplo, en la Región de O’Higgins.
A juicio de la Conaf, corporación que no reprueba el uso del fuego técnico, su uso debe concluir procesos regulatorios y normativos, para establecer un marco preciso y especificado respecto a quiénes pueden utilizarlo, dónde, cuándo, cómo y por qué, entre otras medidas.
Lo que no genera dudas es que su objetivo principal será exclusivamente el prevenir incendios de gran magnitud, y para ello se aplican estrictos protocolos técnicos y legales, donde se delimita el combustible, se construyen cortafuegos, se emplea maquinaria especializada y personal capacitado, bajo condiciones meteorológicas específicas y horarios definidos por Conaf.
Algunos requisitos son la vigilancia de brigadistas, incluso días después, hasta que el fuego se extingue completamente.
Ramón Figueroa precisa que “en un incendio, con calor extremo y sequedad, los combustibles finos y muertos aumentan la velocidad de propagación del fuego. Por ello, su eliminación, con un proceso ejecutado mediante el fuego técnico, es esencial, junto con otras medidas como la extracción de biomasa para plantas térmicas y el triturado, ayudaría a disminuir la propagación de alta voracidad y rápida expansión”.
Pese a las restricciones originales halladas en el PDA del Biobío, las mesas técnicas y gubernamentales lograron ciertas ventanas y, de acuerdo a estadísticas de la Conaf, en esa zona la ocurrencia de incendios disminuyó en la última temporada 2024-2025, con un registro de 1.270 incendios, un 11% menos que 2023-2024, afectando 1.008 hectáreas, un 60% menos que la temporada anterior, gracias a una estrategia colaborativa institucional público – privada.
“Por lo tanto, es súper importante que este plan de contaminación de más de 10 comunas de Ñuble, que está en discusión, se haga bien y no se haga como el plan de Concepción y de Los Ángeles, donde, por más de seis años, hemos estado bloqueando tanto las empresas forestales, como los pequeños propietarios forestales, como los propietarios agrícolas, de hacer reducciones mediante el uso del fuego técnico”, apunta Figueroa.
Obviamente, mientras no se levanten ciertas restricciones en Ñuble, el combustible se sigue acumulando. “Como la palabra lo dice, es jugar con fuego, porque vamos a tener una acumulación importante de combustible que, ante un incendio forestal y condiciones meteorológicas desfavorables, haga que el incendio parta de una manera muy explosiva, muy rápida y sea muy difícil de controlar”, anticipan en Corma.
Acercando posiciones
A inicios de septiembre, los integrantes de la mesa técnica, incluyendo a representantes del diseño del PDA del Biobío, sostuvieron en Santiago una reunión con la Ministra de Medio Ambiente, para definir detalles del Plan de Descontaminación en esa región, ocasión en la que se expusieron los detalles que significa la aplicación del fuego técnico.
La cita logró acercamientos sustantivos que podrían también significar reducir las limitantes existentes en Ñuble.
El fundamento, principalmente, apunta a que si bien toda quema -técnica o accidental- genera contaminación, en un balance final si no hay reducción de combustible, las consecuencias incluso serán peores.
La propuesta realizada por Corma y Conaf es, como ocurre en Santiago con la restricción vehicular, hacer uso de esta herramienta en días de buena ventilación.
“Perfectamente se puede convivir y lograr los dos objetivos. El tema es que, lamentablemente, en cerrar la barrera de buena producción de fuego técnico, prácticamente cuando termina la temporada de incendios y después, cuando parte la temporada de incendios, aprobarla obviamente no es viable, ni técnicamente, ni el punto de vista de las operaciones que tienen que ver con una temporada de incendios, en la cual uno, efectivamente, no puede hacer quema”, detallaron en Corma.
352 kilómetros de cortafuego
El director de Conaf, Salvador Ramírez aseguró la semana pasada a La Discusión que el presupuesto para la coorporación “no se toca”, dejando claro que no sufrirán un recorte de recursos, pese al anuncio de Ministerio de Hacienda, a principios de septiembre, de un recorte presupuestario para las regiones del país, y que para Ñuble se constató una rebaja cercana a un 5% de lo que se entregó en 2025.
En ese contexto, en la Corporación Nacional Forestal en la Región de Ñuble están concluyendo un proceso de capacitación dirigido a 197 nuevos contratados para enfrentar el período de mayor riesgo de emergencias por incendios forestales de la temporada 2025-2026 y que se espera a partir del mes de noviembre.
Ramírez detalla que “en estos 197 cupos se contempla personal para la central de coordinación, la que ya está operativa, al igual que los puestos críticos como los jefes de brigada, jefe de cuadrillas, motobombistas, motosierristas, todos ellos operativos en el caso de algún incendio, a partir del 15 de septiembre”.
En materia de presupuesto, aunque aún no se ha especificado la cantidad de recursos a recibir para esta temporada, en la dirección regional aseguran estar tranquilos, ya que la política del actual Gobierno ha sido la de potenciar los equipos, al punto de haber triplicado los montos asignados para el combate de incendios y las tareas preventivas asociadas.
“Bajo este Gobierno, el presupuesto pasó de los $56 mil millones a los $156 mil millones en el país, lo que representa una cifra histórica para las tareas que realiza Conaf en materia de prevención, mitigación y combate de incendios. Ñuble, en esto, se ha visto beneficiada en materia de brigadas terrestres, brigadas aéreas, aeronaves y en actividades de educación para la prevención”, especifica el director regional.
Todo esto ha significado que los incendios forestales bajaran un 11% en el quinquenio, lo que además ha significado una reducción cercana al 60% de zonas afectadas, en ese mismo periodo, aseveró.
“Y en este punto, hay que destacar que el trabajo nuestro ha mejorado mucho, porque los tiempos de respuesta han mejorado bastante, lo que se constata en que sobre el 95% de estos incendios se controlan antes de las cinco hectáreas afectadas”.
Durante la temporada 2024-2025, en Ñuble se registraron 445 incendios forestales declarados, con una afectación de 5.814 hectáreas, cifra que alzó a la región como la cuarta con mayor superficie dañada a nivel nacional, detrás de La Araucanía (55.771 ha), Biobío (8.827 ha) y la Región Metropolitana (6.241 ha).
Actualmente, Conaf Ñuble tiene como meta realizar cerca de 50 kilómetros lineales de cortafuegos para la presente temporada, y ya ha habido participación en este tipo de faneas en las comunas de Bulnes, Chillán, Chillán Viejo, Ninhue, Quirihue y San Nicolás, que junto a los trabajos realizados en Portezuelo y San Carlos, totalizarán 50 kilómetros lineales.
Por otra parte, Vialidad aportará con 217,5 kilómetros en diferentes rutas, carreteras y caminos donde la ocurrencia de incendios forestales es marcada, como por ejemplo, los sectores de Cocharcas, San Nicolás, Quillón, Bulnes, Chillán, Confluecia, San Nicolás o Quirihue.
Conforme a información entregada por el departamento de Protección contra Incendios Forestales de la Conaf, “la ejecución esta prevista a partir de octubre, siempre y cuando las lluvias lo permitan, con la intención de tener toda la trama en enero 2026. En cuanto al uso del fuego, desde que se abrió el calendario y se levantó la restricción para quemas forestales, hemos estado trabajando junto a las empresas en la utilización del fuego como herramienta de manejo de combustible con una mirada preventiva, lo que permite hoy disponer de lugar de alto riesgo con una carga de combustible menor”.
Esto se complementará con otros 217,5 kilómetros de cortafuego aportados por el MOP, un total de 25 creados por diversos municipio, mientras que entre empresas y particulares, hay un compromiso de 60 kilómetros más.
En la capital regional
Con el fin de anticipar acciones de prevención, mitigación, respuesta y rehabilitación la Unidad de Emergencias Municipal, dependiente de Administración Municipal, coordinó a sus equipos para evitar la ocurrencia de incendios forestales y estar preparados ante posibles temperaturas extremas en el periodo 2025-2026.
En este contexto, se informó el contenido del programa de cortafuegos y reducción de carga combustible vegetal, que considera la elaboración de 21.508 metros lineales de cortafuegos, de 20 metros de ancho, en sectores que contienen puntos críticos de la ciudad de Chillán.
El alcalde Camilo Benavente explicó que estas reuniones anticipadas pretenden resguardar la integridad de la comunidad y preservar el entorno natural mediante la implementación estratégica de cortafuegos y la reducción de carga combustible vegetal en zonas de interfaz, para lo cual se programó un Comité para la Gestión del Riesgo de Desastres para octubre con instituciones como Conaf, Senapred, CGE, Copelec, Bomberos, Seguridad, Carabineros y Salud,
“En años anteriores hemos logrado disminuir la ocurrencia de siniestros forestales en la comuna, para lo cual es necesario verificar la puesta en acción de medidas preventivas de vigilancia, patrullaje, educación y concientización, elaboración de cortafuegos, limpieza y retiro de combustible vegetal”.
La coordinación municipal incluye un rol activo de Conaf, Bomberos y las direcciones municipales de Seguridad Pública (elaboración de rutas), Medio Ambiente, Aseo y Ornato (mantención preventiva), Dideco y Obras, con el apoyo de motoniveladora-retroexcavadora para trabajos de descarpe vegetal.
Fuente: La Discusión