Valparaíso se viste de verde: Innovación en edificación sustentable y alimentaria
En un esfuerzo por combatir la falta de espacios verdes y los retos impuestos por el cambio climático, el Departamento de Arquitectura de la Universidad Técnica Federico Santa María (USM) presentó un proyecto pionero que apunta a la ruralización de las ciudades.
La iniciativa, liderada por la Unidad de Arquitectura Extrema y desarrollada por estudiantes de 4° y 5° año, propone la construcción de edificios en altura utilizando madera tecnificada, con espacios dedicados a la producción de alimentos vegetales de alta tecnología.
Pedro Serrano, director de la Unidad de Arquitectura Extrema, destaca que el objetivo es replantear la relación entre la ciudad y el campo, integrando la producción de alimentos directamente en la arquitectura urbana. "Nuestras ciudades continúan consumiendo hectáreas de tierras de cultivo, disminuyendo la capacidad de retención de CO2. Con la tecnología actual, podemos cultivar eficientemente en la ciudad, utilizando recursos como la hidroponía y la aeroponía, y con un uso mínimo de agua", explica Serrano.
Propuesta de edificios verdes y comestibles
La propuesta incluye torres habitacionales con huertos en balcones, invernaderos en altura y fachadas comestibles, así como edificios que combinan vivienda, comercio y agricultura. Se emplearán materiales como CLT (madera contra laminada) y GLT (vigas y pilares de gran dimensión de laminado unidireccional), capaces de soportar estructuras en altura y cultivos tecnificados. Además, se integrarán tecnologías de iluminación LED, sistemas solares fotovoltaicos y módulos adaptables a climas cambiantes.
Impacto en el cambio climático y calidad de vida
La iniciativa no solo busca ofrecer una fuente cercana de alimentos, sino que también juega un papel crucial en la lucha contra el cambio climático y la mejora de la calidad de vida urbana. Los edificios con vegetación contribuirán a la oxigenación del aire, la captura de CO2 y la promoción de la biodiversidad, además de combatir el efecto de las "islas de calor" urbanas.
Las quebradas de Valparaíso
Valparaíso, con solo 0,6 m² de áreas verdes por habitante, tiene un gran potencial en sus quebradas no urbanizadas. Serrano ve en ellas un recurso clave para integrarlas como patrimonio productivo y ambiental, lo que requeriría un plan ambicioso y un compromiso ciudadano.
La visión de una ciudad comestible, aunque aún parezca un sueño, es un paso hacia la concreción de ideas que puedan hacer frente a los desafíos actuales. La edificación en altura con madera tecnificada se alinea con las tendencias globales de arquitectura sostenible, marcando un posible futuro para Valparaíso y otras ciudades del mundo.